martes, 13 de abril de 2010

Japón

El milagro japonés

Tras la 2º Guerra Mundial, Japón quedó arruinado aunque su reconstrucción fue espectacular ya que tuvo un gran crecimiento económico y gracias a ello se convirtió en la 2º potencia económica mundial.
Esto fue posible gracias al apoyo que EEUU ofreció, ya que quería tener un aliado en Asia para contrarrestar la influencia de la URSS y China.

A este desarrollo económico se le denominó “milagro japonés” y fue gracias al papel importante que desempeñó el Estado: fomentó el desarrollo de la industria pesada, elaboró un régimen fiscal favorable al ahorro privado y a la inversión e inició una planificación eficaz. Su economía se especializó en productos de consumo de alta tecnología (electrónica, informática y robótica) y consiguió un porcentaje importante de los mercados mundiales, contribuyó la baja cotización del yen que hizo aumentar la competitividad internacional de los productos japoneses.

El modelo capitalista japonés era muy distinto al del resto de países capitalistas ya que se caracterizaba por tener una gran capacidad de inversión y esto hacía que hubiera mucha innovación tecnológica financiada por la empresa privada, también hubo un respeto por la jerarquía increíble y una disciplina de trabajo muy rigurosa, a esto se le une la coexistencia de grandes empresas en los sectores de expansión dedicados a la exportación y las pequeñas empresas se dedicaban a actividades más tradicionales.

A causa del crecimiento de la renta y de la influencia occidental, Japón empezó a desarrollar una sociedad de consumo y aumentó la venta de electrodomésticos, automóviles,...La industrialización originó un incremento de la población urbana e industrial frente al campesinado, esto explica que Japón hoy en día sea una potencia con las más altas densidades urbanas.
Por otra parte, la degradación del medio ambiente ha sido una de las consecuencias de su crecimiento.

La instauración de un nuevo régimen político

En el ámbito político, Japón fue ocupado tras acabar la guerra por las tropas norteamericanas cuya misión era desmilitarizar el país y depurar las instituciones del viejo imperio.
En 1945 fueron reestablecidas las libertades públicas, se abolió la nobleza y la religión oficial del Estado y el emperador renunció a ser un Dios.
En 1946 se hizo una nueva constitución que reconocía el sufragio universal masculino y femenino y se instauró un sistema liberal parlamentario. El emperador se convirtió en el monarca constitucional, y se impidió que Japón tuviera un ejército.
Se creó la cámara de representantes y la cámara de consejeros y el gobierno estaría formado por unos ministros del Estado. Los partidos vigentes eran el Partido Liberal Democrático (de carácter conservador) y el Partido Progresista.
Ante el miedo por la expansión del comunismo, Japón fue el principal aliado de EEUU en el Pacífico con una política de colaboración a cambio de que en 1951 se les devolviera la soberanía nacional, y así se hizo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario